Día 4 – Jueves 19 de junio: El esplendor de Mónaco

El cuarto día fue, sin duda, el más espectacular del viaje. Comenzamos con una visita al impresionante Museo Oceanográfico de Mónaco, un lugar que combina ciencia, historia y una arquitectura majestuosa, situado sobre un acantilado con vistas panorámicas del Mediterráneo. La biodiversidad marina que descubrimos allí nos dejó sin palabras.

A continuación, nos dirigimos a la colección privada de coches del Príncipe de Mónaco, donde admiramos vehículos clásicos, deportivos y de lujo que relatan no solo la evolución del automóvil, sino también la pasión de la realeza monegasca por el motor.

Tras un paseo por el elegante Puerto de Mónaco, con sus yates de ensueño, algunos de nosotros llegamos hasta el famoso Casino de Monte Carlo símbolo del glamour y la elegancia monegasca.

Pero el día no terminó ahí. Por la noche, la experiencia alcanzó su punto culminante con la última gran fiesta del viaje, ambientada en modo discoteca. Música, luces y energía llenaron el ambiente, y como toque dulce final, disfrutamos de una deliciosa degustación de gofres francesas con chocolate. Una despedida perfecta para un día inolvidable.