Durante la jornada, los estudiantes pudieron conocer de primera mano la importancia histórica, artística y política de este monumento del siglo XVI, profundizando en el reinado de Felipe II y en el papel del monasterio como centro de poder, cultura y espiritualidad. La visita permitió conectar los contenidos trabajados en el aula con la realidad, fomentando una comprensión más viva y significativa de nuestra historia. Sin duda, una experiencia educativa enriquecedora que combina aprendizaje, patrimonio y convivencia, y que contribuye a despertar el interés del alumnado por la historia y el arte.
En nombre del profesorado, agradecer el comportamiento ejemplar del alumnado, su puntualidad y predisposición en la realización de todas las actividades. O, bueno…como decíamos durante el viaje…”Gracias de antebrazo”.

