En el tercer día de la estancia Erasmus+ del grupo de enseñanza de adultos en Torres Vedras, hemos comenzado asistiendo a la inauguración (retransmitida por streaming) de la sala LED de la escuela. Estas siglas corresponden a “laboratorios de educación digital”. La sala está dotada con elementos comunes como portátiles, impresoras 3D, microscopios electrónicos, con una sección multimedia (estudio fotográfico, cámaras y laboratorio de edición de audio y video), y con una dotación de laboratorio de robótica y electrónica. La presentación por parte de la dirección ha comenzado con un significativo “las puertas están abiertas”, declarando la intención de que esta sala sea un punto de encuentro de todas las materias, departamentos y proyectos. Alumnos voluntarios han hecho una pequeña muestra de las posibilidades de estas herramientas en diferentes ámbitos que van desde el ámbito puramente científico hasta el de comunicación y el artístico. Tras el fin de la retransmisión y presentación hemos tenido un rato de charla y café con los promotores de este laboratorio.
Tras esto he asistido a un lugar que juega un papel central dentro del desarrollo cultural y educativo de Torres Vedras: la Fábrica de Historias o casa de Jaime Umbelino. Se trata de un museo vivo que colabora con distintos ámbitos de la vida local. En lugar de poseer una colección única o de ser una simple galería de arte, plantearon desde su inicio que se tratase de una fábrica que diese cabida al desarrollo de temas que podían trabajarse de manera común por artistas, profesores, alumnado, jubilados… Hoy asistí a una actividad que denominan trico(n)tando, en la que personas por lo general mayores se reúnen para tricotar mientras recuperan sus historias de juventud que luego son puestas por escrito. En este momento además están trabajando con el alumnado extranjero del centro educativo el cual está participando de un relato común a través de objetos de la infancia.
Después de esta visita, he asistido a una clase en la que el alumnado de formación de adultos ha realizado una actividad en la que trabaja el conocimiento de las transformaciones y evoluciones técnicas. Los alumnos investigan la historia de las máquinas cotidianas y también los principios físicos y químicos que la sustentan; después elaboran un documento y una presentación de cinco minutos.
La última actividad realizada en este tercer día ha sido propuesta desde la biblioteca escolar para el alumnado adulto. Se ha tratado de una clase práctica destinada a el conocimiento y correcto uso de fuentes bibliográficas físicas y digitales. Se ha hecho hincapié en cómo el uso de los materiales que tenemos a disposición ya sea en bibliotecas o en la red requieren una correcta acreditación y reconocimiento. Además se asimila el modo correcto de presentar tareas y trabajos utilizando una metodología común y adecuada que se exige también en educación universitaria.
Después de este día me queda cada vez más claro que Torres Vedras es un municipio especialmente concienciado con la cultura y la educación en todas las etapas y que hace mucho por mantener y sustentar una formación y un aprendizaje desde los diferentes ámbitos de trabajo. Y es que el principio de la educación no debe ser otro que el de la creación de ciudadanos y eso no debe dejar fuera a nadie, sino integrar a todos.
Como cierre a esta crónica, en el mercado de abastos, hoy encontré una nevera llena de libros que todo el mundo podía abrir para llevarse uno y dejar otro. Se trata de una iniciativa de la biblioteca municipal y que han llamado “monstro troca livros”, dirigida al fomento de la lectura pero también a la reutilización y a la sustentabilidad. Sin duda es el lugar perfecto para esta nevera. Una dieta equilibrada es la del cuerpo sin olvidar la del alma.
Mañana más.