Tercer día en la Costa Azul: emociones, ritmo y diversión

El tercer día de nuestra aventura comenzó con una nueva sesión de clases de francés. Poco a poco, los alumnos van soltándose más con el idioma.

Después de un almuerzo en la residencia, nos pusimos en marcha rumbo al encantador pueblo costero de Menton, la capital del limón, cerca de la frontera con Italia. Durante el trayecto, tuvimos la suerte de disfrutar de unas vistas espectaculares de Mónaco, que dejaron a todos boquiabiertos.

Ya en Menton, vivimos una tarde que, sin exagerar, nunca olvidaremos. Disfrutábamos del paseo entre sus coloridas calles y su ambiente mediterráneo cuando una situación inesperada nos dio un buen susto. Afortunadamente, todo quedó en una anécdota que ahora forma parte de los recuerdos más intensos del viaje, y los alumnos lo afrontaron con madurez y compañerismo.

Para endulzar aún más la experiencia, hicimos una parada obligatoria para disfrutar de un auténtico gelato italiano, con sabores que hicieron las delicias de todos. 

Por la noche, aún nos esperaba más diversión: primero una clase de baile donde todos se animaron con los ritmos latinos de la bachata y la salsa. ¡El ambiente fue increíble! Luego, continuamos la velada con un divertido karaoke, en el que no faltaron risas, talento y hasta alguna que otra actuación inolvidable.

Un día intenso, emocionante y lleno de vida, que quedará grabado para siempre en la memoria de todos.